Cómo influye al TDAH en la conducción
Si tenemos problemas con nuestra conducta o atención debemos tener presente que en un momento de toma de decisiones al volante podríamos sufrir consecuencias negativas en la conducción.
Si bien hay enfermedades que afectan la conducción no todas son de índole físico o que tienen que ver con alguna parte en el interior de nuestro cuerpo sino hay otras desde el punto de vista emocional, del sistema nervioso o cognitivo a tomar en cuenta.
En la vida cotidiana se escucha mucho la palabra transtorno y uno de ellos tiene que ver con la atención que el conductor le ponga a lo que tiene de frente en la vía pública.
¿Qué es lo que conocemos como TDAH?
El TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad) es un trastorno neurobiológico que afecta la capacidad de atención, el control de los impulsos y la autorregulación de la conducta.
Se manifiesta principalmente de tres formas:
- Falta de atención: dificultad para concentrarse, cometer errores por descuido, olvidar tareas.
- Hiperactividad: inquietud constante, necesidad de moverse o hablar en exceso.
- Impulsividad: actuar sin pensar, interrumpir, tomar decisiones apresuradas.
Aunque el TDAH se diagnostica con mayor frecuencia en la infancia, puede persistir en la edad adulta. Se estima que entre el 2% y el 5% de los adultos lo tienen, aunque muchos no están diagnosticados.
¿Qué les ocurre a los adultos con TDAH?
Pueden presentar dificultades para concentrarse, organizarse, controlar impulsos o manejar el tiempo.
¿Cómo influye el TDAH en la conducción?
El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) puede influir significativamente en la conducción en vía pública, ya que afecta funciones cognitivas clave para una conducción segura. Estas son algunas formas en que puede impactar:
Atención y concentración reducidas
- Dificultad para mantener la atención sostenida en el entorno vial.
- Posibilidad de distraerse con facilidad (por ejemplo, con el móvil, ruidos o pensamientos internos).
- Mayor riesgo de no percibir señales, peatones o cambios en el tráfico.
Decisiones poco razonadas
- Tendencia a tomar decisiones precipitadas sin evaluar los riesgos.
- Cambios bruscos de carril, adelantamientos peligrosos o saltarse señales.
- Problemas de organización y planificación.
- Dificultad para anticipar maniobras, salidas o rutas.
- Problemas para seguir normas o recordar indicaciones de navegación.
- Tiempo de reacción y regulación emocional
- Respuestas tardías ante imprevistos.
- Reacciones exageradas ante el estrés (como agresividad o frustración al volante).
Consecuencias en la conducción
Mayor riesgo de accidentes: Varios estudios indican que personas con TDAH tienen una probabilidad más alta de verse involucradas en siniestros de tránsito.
Infracciones frecuentes: Debido a descuidos o conducta impulsiva.
Desempeño irregular: Hay días en los que pueden conducir correctamente y otros donde se evidencian más fallos.
Recomendaciones
- Evaluación médica y tratamiento adecuado (medicación, terapia cognitivo-conductual).
- Evitar distracciones como el uso del teléfono o música fuerte.
- Pausas frecuentes si se sienten fatigados o dispersos.
- Uso de ayudas tecnológicas: navegadores con alertas, recordatorios, ADAS, etc.
- Formación específica: Cursos de conducción adaptados o entrenamiento en habilidades atencionales.
Tipos de accidente que se pueden generar por TDAH
Colisión por alcance (choque trasero):
Causa probable: El conductor con TDAH se distrae (por ejemplo, pensando en otra cosa o manipulando el móvil) y no se da cuenta de que el vehículo de adelante ha frenado.
- Resultado: Impacta por detrás al otro vehículo por no mantener una distancia adecuada ni reaccionar a tiempo.
Accidente en intersección por no respetar una señal de Alto o semáforo:
Causa probable: Por impulsividad o falta de atención, el conductor no detecta o no respeta la señal de alto.
- Resultado: Cruza sin detenerse y es impactado por otro vehículo que circula con prioridad.
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