Cuáles son las teorías de la criminalidad vial

Pese a que todos los que tienen una licencia pasaron por un examen teórico de Educación Vial y posteriormente por un examen práctico para obtener su credencial de conductor con el pasar del tiempo aparecen una serie de comportamientos que van en contra de la Seguridad Vial.

Es algo que quizás se desarrolla al repetirse una y otra vez o que sucede en el momento ante una situación determinada. 

Este tipo de comportamientos, que en su mayoría suelen ser agresivos, podrían ser abordados desde un tema de criminología, ya que una acción que atente contra la Seguridad Vial podría terminar en un crimen, en un delito.

Por ejemplo, voy a más de 150 kilómetros por hora, desafiando la velocidad y atropello una persona. Ya ahí pasa de un accidente de tránsito a una causa penal por matar una persona en vía pública. 

¿Qué tipo de teorías existen sobre la criminalidad vial?

Si bien la criminalidad en cualquier ámbito evoluciona, se puede relacionar en el caso vial con algunos comportamientos al volante:

Desviación social

Este tipo de teoría se basa en que los conductores tienden a cometer delito en carretera porque han sido reflejo de modelos desviados, es decir, que lo observan en los demás o hasta en el núcleo más cercano, su familia.

Desarrollan como una subcultura de conducta peligrosa en carretera.

Claro está que desafortunadamente hay personas que por una situación contra otro conductor o hasta peatón prefieren cometer un delito.

En lugar de arreglar las diferencias por las buenas terminan cometiendo un delito.

Esto se puede dar cuando lo que deseamos es como decimos popularmente echarle el carro a un peatón para que entienda quién manda en carretera.

Elección racional

Esta teoría es más que todo decisiones que toma el conductor basado en costos y beneficios.

Por ejemplo, el tomar la decisión si manejo más rápido para llegar a un sitio determinado o mejor voy a una velocidad moderada para evitar que un oficial de tránsito me detenga.

Lo que sucede es que a veces la decisión de beneficio supera los costos, es decir, prefiero llegar rápido a un lugar que medir si eso me lleva a una multa o un accidente de tránsito.

Agresión frustrada

Esta teoría se explica por sí sola con el siguiente ejemplo: vengo del trabajo con la desazón de no haber alcanzado una meta y me veo metido en atasco vial, mucha presa en carretera, entonces como deseo llegar a la casa empiezo a realizar maniobras en el auto o conduzco más rápido de lo normal.

Es un comportamiento agresivo que sin duda puede afectar al resto de conductores o generar un accidente.

La anomia

Esta tiene que ver más que todo cuando el conductor no tiene clara las reglas, que quizás la norma de tránsito no es lo suficientemente comprensible, lo que lo hace dudar y podría hasta cometer un delito por esa falta de compresión de la norma de tránsito.

En pocas palabras, no hay una educación vial al respecto o hay confusión sobre leyes y multas.

De las teorías a los síndromes

Lo peor es cuando ya el comportamiento, que no es el mejor, se vuelve hábito. Ahí es donde aparecen los síndromes.

Uno de ellos tiene que ver con el enojo. Para conocer más al respecto le invitamos a leer la nota de nuestro blog: De qué trata el síndrome de ira al volante.

Además de las teorías también existen las enfermedades, que es algo que no se da por elección en el ser humano y pueden afectar en la conducción. Para más información le recomendamos leer la nota de nuestro blog: Qué enfermedades afectan en la conducción.