Cómo una gripe se convierte en enemigo de la conducción

Cualquier enfermedad es de cuidado en un ser humano y por supuesto que puede afectar el diario vivir. Por más pequeña o simple que parezca hasta se convierte en un enemigo de un quehacer en el que nos vemos inmersos.

La gripe, por ejemplo, es una enfermedad que si bien es temporal puede afectarnos en una acción tan básica como lo es conducir, sobre todo si ésta golpea nuestros sentidos.

Por más que la veamos como por debajo del hombro la gripe hay que se considerarla como un problema a la hora de conducir que nos puede llevar un accidente o hasta la muerte.

La gripe como enfermedad común

Hay enfermedades crónicas que no nos permiten conducir y que los médicos cuando hacen su dictamen le pueden decir al conductor que no puede tomar más el volante.

Para más información de las enfermedades más condicionantes en este punto le recomendamos ingresar aquí para leer una nota de nuestro blog.

En el caso de la gripe no es una enfermedad como tal que le perjudicará de forma permanente, pero cuando aparezca sí deberá hacer un pequeño impasse.

A cualquier persona le puede dar gripe y por ende debe cuidarse, ya que incluso ha llegado hasta matar personas debido a las constantes mutaciones. Y si conduce el riesgo en carretera aumenta.

¿Por qué la gripe afecta en la conducción?

Hay diversas variables dentro de la gripe que perjudican al momento de tomar el volante, pues no nos permiten estar al ciento por ciento para afrontar los retos en carretera:

Malestar en todo el cuerpo y calentura

Hay gripes de todo tipo, pero cuando es una de esas que ataca todo el cuerpo el malestar es poco soportable.

A veces las personas se la juegan y aunque sientan pesadez o un poco de dolor de cuerpo se van conduciendo así hacia sus trabajos.

Está claro que con ese dolor de cuerpo ya es un factor que determina que no se encuentra en plenitud de condiciones para conducir.

Y regularmente ese dolor de cuerpo viene precedido de una calentura o fiebre, lo cual complica aún más el estado de salud.

Estornudos

El hecho de estornudar mientras se conduce es riesgoso, pues la acción como tal podría distraernos de la conducción. El estornudo en una fracción de segundos hace que nuestra vista no se fije directo al frente, hay un titubeo y hay también un leve movimiento del cuerpo hacia adelante, lo que podría desconcentrarnos.

Lagrimeo

Cuando hay lagrimeo producto de la gripe la vista es la más perjudicada.

Primero que nada es incómodo estar con gripe y segundo esa secreción nasal combinada con las lágrimas en la vista nos reducen realmente la posibilidad de observar al 100 lo que está pasando frente a nosotros, esto porque esforzamos más la vista de lo necesario.

¿Qué hacer cuando estoy con gripe?

Lo recomendable es que mejor no maneje cuando su gripe se encuentra en una fase importante donde lo ataca la fiebre, estornudos, dolor de cuerpo y lagrimeo, es mejor que se quede en casa o si tiene que igual ir a trabajar que se desplace en otro medio de transporte.

Si se va a medicar es bueno que revise en la etiqueta porque hay medicamentos que provocan sueño o alteran el sistema nervioso, ambos enemigos de la conducción. Si desea conocer más del tema sobre el sueño ingrese aquí.

Hay pastillas que venden en la pulpería, farmacia o supermercado que podrían aliviar, pero tienen efectos secundarios, lo que sería peligroso cuando está frente al volante.

En términos generales cuando se está con gripe hay que auto evaluarse si se encuentra o no en condiciones de conducir.