Cómo reconocer si soy un acosador vial cuando conduzco

No siempre la palabra acosador o acosadora tiene que relacionarse con términos de trabajo o hasta de índole sexual.

Resulta que en materia de Seguridad Vial existe un perfil de conductor al que podría atribuírsele la palabra acosador.

Claro está que va a depender del comportamiento que refleje en carretera para reconocer si es un acosador vial.

Lo cierto del caso es que hay una serie de acciones que quizás nosotros no nos percatamos, lo vemos normal y al final suelen ser comportamientos típicos de un acosador en carretera.

¿Dé donde se deriva el acoso vial?

Se deriva de diferentes respuestas emocionales cuando conduzco. Es decir, todo inicia a partir de una emoción, la cual regularmente no es la más positiva y luego ésta desata un comportamiento inadecuado.

En el conductor suelen haber reacciones por tristeza, estrés, sueño, enfermedad y también las hay ya más físicas y notorias como la sudoración, el ritmo cardíaco, los gestos como expresiones faciales por miedo, enojo, entre otros.

Todos estos factores cuando se unen generan un comportamiento de impaciencia o de cólera que pone en peligro a todos los que vienen en la vía. 

Algo tan evidente que cuando le gritamos a un peatón por sí sola esa conducta desviada puede considerarse como acoso vial.

¿Cómo saber si soy un acosador vial?

Aunque usted no lo crea hay una cantidad importante de conductores que en algún momento han experimentado reacciones que son de un acosador vial y las resumimos a continuación:

• Todos los gestos obscenos, gritos, insultos, agresiones verbales son tomados como un acoso. Cuando vamos en carretera y le decimos al otro conductor palabrotas, fuera de tono, sin respeto, nos convierte en acosadores.
• El acercamiento excesivo hacia el otro vehículo, el no guardar la distancia provoca que sea un acoso y puede terminar en un accidente. Además el otro conductor se siente como presionado manejando.
• El estar jugando con las luces largas como buscando presionar al otro conductor.
• El frenar bruscamente con la intención de que el otro conductor también tenga que hacerlo.
• La obstrucción deliberada de paso hacia conductores o hasta peatones.
• Bajar del vehículo para insultar o golpear a otra persona en la carretera, ya sea otro conductor o en este caso un peatón.
• Ponerse a competir contra conductores en la vía. Eso lo conocemos mucho cuando un conductor aprieta el gas y el otro para no darle campo también lo hace y se vuelve como si fuera una carrera.

Hay un síndrome que va relacionado a este tema del acoso, se trata de la ira al volante. Para conocer más del tema le recomendamos ingresar aquí a nuestro blog.

¿Cómo evitar el acoso vial?

Ahora bien, lo que se debe hacer es no caer en el juego del otro conductor. Entonces lo primero es no tener un contacto visual con la otra persona, sino que seguir su camino y respetando las normas de Seguridad Vial.

Si un conductor nos hace gestos inapropiados o nos grita favor no contestarle ni bajarse del carro. Lo que se trata es de no armar una bronca. No hay que desafiar a la otra persona.

Otra opción podría ser denunciarlo, máxime si ya provocó el accidente. Si se da un choque y no sabe qué sucede después de eso ingrese aquí para obtener toda la información.

Si el otro conductor está de necio, provocándolo, lo mejor es apartarnos lo más pronto de ese automóvil, tomar otra ruta, jamás responderle ni con palabras ni con maniobras peligrosas.

Pasa mucho que quizás el conductor de adelante va a la velocidad permitida y el conductor de atrás empieza a pitar, se enfurece, hace cambio de luces, grita.

El conductor de adelante no tiene por qué hacerle caso ni cambiar la forma de conducir, máxime si estamos cumpliendo con la velocidad estipulada en dicha carretera.