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La contaminación atmosférica consiste en la presencia de partículas contaminantes, cuyas alteraciones físicas y químicas rompen el equilibrio de los componentes naturales del aire.
Las aceleronazos por gusto, el exceso de velocidad, los frenazos innecesarios, los derrames de aceite y las baterías y las llantas tiradas, son algunas prácticas que contaminan el medio ambiente.
Un litro de gasolina consumido produce 2,3 kilos de dióxido de carbono y 40 % de la contaminación de ríos y lagos procede del aceite usado de motor.
La contaminación del aire en las ciudades por el monóxido de carbono es una de las principales preocupaciones, porque se incrementa conforme hay más vehículos.
El ruido es muy frecuente en las altas concentraciones de población con denso tráfico automotor, y también en terminales aéreas, de ferrocarriles y en zonas industriales. La contaminación sónica causa fatiga, irritabilidad y tensión arterial.
Es provocada por el alumbrado público, las pantallas de publicidad y las luces de los vehículos. Produce fatiga visual, reduce la percepción y, en consecuencia, aumenta el riesgo de accidentes de tránsito.
Es producida por el calor que emiten los vehículos a través de los procesos de combustión y escape, y por las quemas y emisiones industriales. Causa fatiga, adormecimiento y deshidratación.
En el medio hay campos electromagnéticos por todas partes, imperceptibles para el ojo humano. Provienen de transformadores, líneas de transmisión, microondas, sistemas de comunicación, computadoras y telefonía celular. Sus efectos se asocian con el aumento en los padecimientos de cáncer.
Los principales contaminantes del aire se clasifican en los siguientes.
Son los que permanecen en la atmósfera tal y como son lanzados.
Se forman cuando contaminantes primarios reaccionan en la atmósfera. Por ejemplo, la lluvia ácida se forma cuando el dióxido de azufre o los óxidos de nitrógeno reaccionan con el agua.
Tres son los elementos que deben trabajarse para mejorar el ambiente:
Tener conciencia ecológica es entender que dependemos de la naturaleza y somos responsables por su estado de conservación.
El control de la emisión de gases de los vehículos es fundamental, porque el transporte automotor constituye el mayor consumidor de carburante de nuestro país, obtenido del petróleo, que es un recurso no renovable.
Los motores en mal estado no queman bien la gasolina y el diésel, lo que produce una nube negra de hollín que ensucia la ropa, intoxica los pulmones y enrojece los ojos.
Las emanaciones malolientes, además de los efectos en la salud, representan un mayor gasto de combustible. La solución es mantener el vehículo afinado, con anillos en buen estado, y conducir en la marcha correcta.
El ciclo vital de un automóvil, desde su producción hasta su desecho, es contaminante por sí mismo. Por ellos debemos optimizar su uso y reducir su impacto en el ambiente.
En el mercado de vehículos existe una novedosa oferta de modelos amigables con el ambiente, los cuales usan combustibles alternativos, como electricidad, luz solar, hidrógeno, gas y aceite vegetal. La Ley de Tránsito excluye a los vehículos amigables con el ambiente de la restricción vehicular.
Los motores tienen varios dispositivos para un mejor rendimiento del combustible y para disminuir la polución. Unos conforman un sistemas de recirculación de gases; otros, como los sensores y las válvulas, mejoran la marcha del auto; y el catalizador, que transforma los gases.
El catalizador captura gases tóxicos. Ubicado a la salida del motor en la tubería de escape, tiene la función de convertir los gases contaminantes del motor en menos contaminantes.
En los centros de inspección vehicular, el porcentaje de factor lambda se utiliza como parámetro en la medición de contaminantes.
El factor lambda establece una mezcla ideal de aire y combustible (14,7 gramos de aire por cada gramo de combustible). Si la composición de la mezcla es la ideal, favorecerá el funcionamiento del catalizador.
La sonda lambda analiza el gas resultante de la combustión, antes de que pase por el catalizador. Se encarga de medir si la inyección del combustible y del aire están dentro del parámetro ideal: si la mezcla tiene exceso de aire, es pobre, y si tiene exceso de combustible, es rica. Ninguno de estos estados es bueno: lo ideal es un punto medio entre la mezcla pobre y la rica.
Este sistema se encarga de mantener las emisiones de gases en el nivel mínimo permitido, o bien, eliminarlos para hacer el motor amigable con el ambiente. Entre los dispositivos del motor que controlan las emisiones de gases, se tienen:
Eliminar o alterar algunas de las conexiones afecta el funcionamiento del motor (más consumo de combustible y más contaminación). Por ello, el conductor eficiente revisa:
Test de la unidad (Premium)