Por qué un conductor se anima a manejar alcoholizado

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Actualizado el 11-03-2025

El alcohol es nocivo en la conducción, y regularmente cuando hay descontrol el desenlace no es el mejor y es cuando se lamentan por la pérdidas materiales y humanas a causa de las imprudencias.

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El tema del alcohol en la conducción es muy serio porque las personas cuando conducen bajos los efectos del mismo y cometen una infracción no valoran antes los hechos, sino que se arrepienten cuando ya es muy tarde.

El hecho es que las personas en el momento no miden los riesgos y se animan a tomar el volante, lo peor es cuando con ellos vienen también otras personas en el vehículo.

¿Por qué las personas no entran en razón de que es nocivo conducir alcoholizado?

La razón por la que muchas personas no entran en razón sobre los peligros de conducir alcoholizado puede explicarse desde diversas perspectivas psicológicas, culturales y sociales:

Subestimación de los riesgos

Muchas personas creen que tienen control sobre sí mismas incluso bajo los efectos del alcohol, subestimando cómo este afecta sus reflejos, juicio y coordinación.

Hay una falsa sensación de confianza, especialmente en aquellos que han conducido antes en estado de ebriedad sin sufrir consecuencias inmediatas.

Normalización social

En algunos entornos, beber alcohol está profundamente ligado a las reuniones sociales y celebraciones, lo que puede minimizar la percepción de los riesgos asociados.

Si en un grupo social es común conducir tras beber, es menos probable que alguien lo cuestione.

Falta de educación y conciencia

A pesar de campañas de concienciación, no todas las personas comprenden completamente los efectos del alcohol en el cuerpo y cómo estos impactan la capacidad de conducir.

En algunas ocasiones, el mensaje preventivo no llega con suficiente fuerza o no resuena en las personas debido a su contexto cultural o falta de interés.

Influencia del alcohol en el juicio

El alcohol afecta directamente las áreas del cerebro responsables del juicio y la toma de decisiones, lo que lleva a muchos a minimizar los peligros una vez que ya están bajo su influencia.

Creencias erróneas y mitos

Algunas personas creen que consumir café, descansar un poco o estar acostumbradas a beber hace que puedan manejar mejor en estado de ebriedad.

Existe una percepción equivocada de que los accidentes por conducir ebrio les ocurren solo a otros.

Cultura de impunidad o permisividad

En ciertos contextos, la falta de aplicación estricta de la ley o la percepción de que las sanciones no son severas puede hacer que las personas tomen decisiones irresponsables.

Presión social

La presión de amigos o compañeros para beber o para no dejar el coche puede influir en una persona para que conduzca, aunque sepa que no está en condiciones.

Optimismo irracional

Muchas personas creen que nada malo les ocurrirá, a pesar de las estadísticas claras de accidentes y muertes relacionados con el alcohol.

Cómo abordar el problema

Para cambiar estas conductas, es esencial combinar educación temprana, campañas de concienciación emocionalmente impactantes, refuerzo de la ley con sanciones claras, y alternativas viables, como fomentar el uso de transporte público o taxis tras beber.

La clave está en transformar las normas sociales para que conducir bajo los efectos del alcohol se convierta en algo socialmente inaceptable.

Para obtener más información al respecto le recomendamos leer la nota: Cómo afecta el alcohol en la conducción

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