Por qué a las personas les cuesta aprender la reversa en la conducción

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Actualizado el 08-12-2025

Aprender a manejar es todo un arte, de ahí la importancia de entender que se debe practicar toda situación que se nos exija en carretera, una de ellas el aplicar la reversa y la cual es de cuidado.




Cuando se está aprendiendo a conducir o incluso ya con licencia en mano a las personas les da un poco de miedo en el momento que les toca poner reversa en cualquiera situación que lo amerite en la vía.

Es muy común observar a los conductores, sobre todo, los principiantes que se ponen tensos cuando lanzan el vehículo hacia atrás, lo cual esa inseguridad podría generar colisiones.

¿Por qué a las personas se les dificulta aprender la marcha atrás del vehículo?

Aprender a conducir en reversa suele ser uno de los mayores retos para los principiantes, y hay varias razones psicológicas, mecánicas y perceptivas que lo explican. 

La percepción espacial cambia por completo

Al ir hacia atrás, el cerebro debe invertir la lógica habitual de movimiento. Lo que está a la derecha parece ir a la izquierda y viceversa, lo que provoca confusión y aumenta la carga cognitiva.

El punto de referencia visual es limitado

En reversa, el conductor tiene:

  • Menor campo de visión.
  • Dependencia de espejos y giros de cabeza.
  • Menor sensación de profundidad.

Todo esto dificulta anticipar obstáculos y distancias.

 El cuerpo hace movimientos poco naturales

Girar el torso, observar por encima del hombro, usar espejos y controlar pedales simultáneamente exige coordinación fina. Esto es incómodo al inicio y genera tensión.

Hay falta de práctica específica

La mayoría practica mucho más el avance que la reversa. El cerebro desarrolla menos memoria muscular sobre cómo responde el vehículo hacia atrás.

La dirección responde de manera contraria a la intuición

Pequeños movimientos del volante tienen efectos muy marcados en reversa, especialmente en vehículos largos. Esto genera inseguridad y ajustes bruscos.

El miedo a golpear algo aumenta los errores

Con poca visibilidad, el temor a chocar activa nerviosismo, lo que reduce el control fino del volante y del acelerador.

Es un proceso de aprendizaje que requiere automatización

Hasta que el cerebro no automatiza:

  • El uso de espejos.
  • El control suave de pedales,.
  • La referencia espacial.

El proceso resulta cognitivamente exigente.

¿Cuáles son los tipos de colisiones que se presentan?

Las colisiones en reversa son comunes porque el conductor cuenta con un campo de visión reducido y debe depender de espejos y referencias limitadas.

Entre los incidentes más frecuentes están los golpes contra objetos fijos como postes, muros, portones o vehículos estacionados, provocados principalmente por errores en el cálculo de distancia y la falta de ángulos de visión amplios.

También suelen ocurrir choques al retroceder en espacios estrechos, donde un pequeño giro del volante produce un desplazamiento mayor del que el conductor anticipa.

Otra colisión común es el impacto con peatones, motocicletas o bicicletas que se ubican en los puntos ciegos, especialmente en parques, entradas de casas o zonas comerciales.

Estos accidentes se dan cuando el conductor inicia la marcha atrás sin realizar una revisión completa de los alrededores o sin avanzar lentamente. La combinación de poca visibilidad, estrés por maniobrar y falta de práctica hace que la reversa sea una maniobra crítica en la que incluso conductores experimentados pueden cometer errores.

Si desea más información le recomendamos leer la nota: Cómo se debe conducir en reversa.

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