Capítulo 4: El conductor y la contaminación ambiental

Abrir Índice


1. INTRODUCCIÓN

El aire puro está compuesto por 78% de nitrógeno, 21% de oxígeno y 1% de otros compuestos como el argón, el dióxido de carbono y el ozono. Además, contiene en suspensión una variedad de sólidos y líquidos, en partículas muy finas, desde iones hasta material radiactivo.

La polución es definida como contaminación atmosférica.

Los aceleronazos por gusto, el exceso de velocidad, los frenados innecesarios, los derrames de aceite, las baterías y las llantas tiradas, el lanzar colillas de cigarrillos, latas y plásticos en cualquier lugar, contamina.

Hoy se tiene que lidiar con el exceso de desechos sólidos, hollín, partículas de asbesto, gases venenosos, todos con efectos nocivos en la salud (alergias, bronquitis, enfisema pulmonar, leucemia) y deterioro del medio ambiente (lluvia ácida y el calentamiento del globo terráqueo), el uso indiscriminado de agroquímicos, incineradores de basura, derrames de petróleo y aceite en mares y ríos, así como el humo de los carros.

Un litro de gasolina consumido produce medio kilo de dióxido de carbono y 40% de la contaminación de ríos y lagos procede del aceite usado de motor.

El monóxido de carbono, que es un gas incoloro e inodoro capaz de producir la muerte.

2. LA CONTAMINACIÓN AMBIENTAL.

Se entiende por ambiente al ser humano y el entorno que lo rodea; y por contaminación a las alteraciones y cambios producidos, principalmente por el impacto del hombre, en el equilibrio de la naturaleza, la cantidad de partículas por millón (ppm) de monóxido de carbono (CO), óxido de nitrógeno (NO2) y plomo (Pb) que sobrepasan los niveles aceptables.

San José sobrepasa los límites de los tres contaminantes señalados (CO, NO2 y Pb).

Según estudios del Ministerio de Salud, quienes trabajan en el casco urbano, “respiran, en lo que respecta a gases tóxicos, el equivalente a dos cajetillas de cigarros.”

Además, Costa Rica se ubica entre los países con mayor producción de anhídrido carbónico per cápita, uno de los contaminantes responsables del efecto invernadero, con efectos en el clima y la vida sobre el planeta.

Toda acción humana tiene un impacto en el ambiente, por ser la única especie capaz de cambiar el medio que la rodea.

La contaminación ambiental se agrava con el aumento del número de vehículos con motores de combustión interna, las construcciones sin planificación, las fábricas con procesos químicos peligrosos, las industrias “sucias” uso indiscriminado de agroquímicos.




2.1 Diferentes fuentes de contaminación atmosférica

En el ambiente existe la contaminación sónica, lumínica, calórica, electromagnética.

El tirar colillas de cigarro encendidas sobre un matorral es causa de incendios, el cúmulo de latas y otros desechos sólidos obstruyen las alcantarillas, produciendo inundaciones, las llantas y botellas con agua incuban organismos transmisores de enfermedades como el dengue, quemar las llantas, las bolsas plásticas, los restos de productos inflamables, que además del peligro de un incendio, generan gases dañinos a la capa de ozono y a los pulmones.

2.2 El aire que respiramos

Los principales contaminantes del aire se clasifican en:

  • Primarios: son los que permanecen en la atmósfera, tal y como son lanzados. Este es el caso de las partículas de los hidrocarburos (HC), los óxidos de azufre (SO2), el monóxido de carbono (CO), el dióxido de carbono (CO2), los óxidos de nitrógeno (NO2) y el plomo (Pb).
  • Secundarios: son los contaminantes producto de una reacción química de dos o más contaminantes primarios, sujetos a cambios químicos, como es el caso de los oxidantes fotoquímicos y otros de corta duración como el ozono (O3). El esfuerzo por mejorar el ambiente es triple: crear una conciencia ecológica, emitir leyes y controlar para que se cumpla la normativa vigente.


Desafortunadamente los seres humanos nos exponemos a absorber la contaminación vehicular

2.3 La conciencia ecológica

El transporte automotor constituye el mayor consumidor de carburante de nuestro país, los motores en mal estado no queman bien la gasolina y el diésel, produciendo una nube negra de hollín que ensucia la ropa, intoxica los pulmones y enrojece los ojos.

La conciencia ecológica, también se relaciona con el ruido, los rótulos, los hules y las llantas tiradas, los derrames de aceite negro, el humo del cigarrillo, los envases y las bolsas de plástico, que en conjunto deterioran el ambiente.

En el caso de las emanaciones malolientes, además de los efectos en la salud, hay un desperdicio de energéticos, que representa un mayor gasto de combustible, menos divisas, porque la importación de los derivados del petróleo se paga con los dólares generados con la exportación de productos como el banano, el café, la carne o el azúcar.

La solución es mantener el vehículo afinado, el motor con anillos en buen estado y en la marcha correcta.


 




3. LA NORMATIVA VIGENTE

Contaminantes ambientales gases, partículas o ruidos producidos por un vehículo automotor, que excedan los niveles admisibles, existe prohibición sobre el tirar los desechos sólidos.

La Ley de Tránsito, obliga a todos los habitantes a no lanzar objetos en las calles y carreteras, a mantener libre de obstáculos el frente de la casa, rondas de la calle y la parte del terreno correspondiente al derecho de vía pública.

Con el HUMO, establecen los límites permitidos y las sanciones que caben para los vehículos que contaminan más allá de las normas vigentes, estudios realizados por especialistas del proyecto ecológico de Swiss Contact y la Universidad Nacional, sobre la calidad del aire en la Gran Área Metropolitana (GAM), en los sitios de mayor frecuencia vehicular, según recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), los valores encontrados de monóxido de carbono y óxido de nitrógeno, están por encima de los límites aceptables.

El RUIDO, la ley de Tránsito, indican los niveles máximos permitidos, la ley señala instrumentos de medición para verificar que el sistema de emisiones no viole los niveles admisibles.

La ley vigente establece que los nuevos automóviles deben estar provistos de dispositivos que disminuyan la contaminación, está prohibido desarmar el sistema de control de emisiones con la finalidad de que no funcione.


4. LA CONDUCCIÓN EFICIENTE

La conducción eficiente empieza con el mantenimiento del vehículo:

  • Cambio a tiempo del aceite.
  • Afinado del motor.
  • Control de la presión en los neumáticos.
  • Revisión del desgaste de las llantas.
  • Planificación de las rutas de viaje.

Se recomienda la revisión periódica de llantas, del agua del radiador, del líquido de frenos, del nivel del aceite en el motor; el cambio de filtros, la revisión de las luces y la carrocería, el alineamiento de la dirección, la revisión de las rótulas y de las escobillas.

En relación con el transporte público y camiones de carga, debe considerarse la cantidad de pasajeros permitida y los kilos de peso establecidos, el control de sobrepeso en vehículos pesados, por el daño a las carreteras y las posibilidades de accidente.

Aspecto importante para la conducción eficiente, es la modificación de algunos malos hábitos:

  • Mantener innecesariamente el pie en el pedal del “clutch”, (desgasta el rol de empuje y el plato de presión);
  • Evitar el excesivo frenado que desgasta las fibras y lanza partículas de asbesto y otros contaminantes al ambiente.

Revisar el aceite antes de salir un principio básico para la conducción eficiente 

4.1 Control de gases contaminantes

Los motores tienen varios dispositivos para un mejor rendimiento del combustible y para disminuir la polución.

Un sistema de recirculación de gases, los sensores y las válvulas, mejoran la marcha del auto, el catalizador, que transforma los gases, también conocido como convertidor catalítico.

El catalizador es importante en el vehículo porque elimina gases tóxicos, tiene la función mediante una reacción química de moléculas, convertir los gases contaminantes del motor (CO, HC, NOx) en menos contaminantes (CO2 y H2O).




Entre los dispositivos del motor:

  • El regulador de presión de combustible.
  • La válvula de regulación de gases de escape.
  • La válvula de control de regulación de gases de escape;
  • El depósito de carbón activado.
  • La válvula de paso.

Eliminar o alterar algunas de las conexiones, afecta el funcionamiento del motor, con más consumo de combustible y contaminación.

El conductor eficiente revisa:

  • La sincronización del motor, afinándolo.
  • El sistema de alimentación de combustible y aire, cambiando filtros.
  • El funcionamiento del sistema de enfriamiento, el termostato, la faja del abanico, el tapón, las mangueras y las fugas del radiador.
  • El sistema de control de emisiones, empezando por el estado de la mufla, el tubo de escape y silenciador no deben estar rotos ni taponados, esto para evitar una intoxicación por monóxido de carbono (CO) que puede ser fatal: con una concentración de 1% de CO, primero se produce pérdida del conocimiento y en 30 minutos, la muerte.

 



El mantener el vehículo en buen estado, disminuye la contaminación y le ahorra dinero.

Mantener el motor bien regulado ahorra hasta 9%, esto quiere decir menos emisiones tóxicas, que se logra con filtros limpios, bujías nuevas y prender menos el aire acondicionado.

El aceite recoge todo tipo de sustancias tóxicas en el motor. Tirarlo a la basura es igual que verterlo a la alcantarilla. Un solo litro de aceite usado puede crear una mancha de una hectárea, contaminar el agua subterránea y el suministro de agua potable.

Las emanaciones de asbesto, plomo, dióxido de carbono, dióxido de azufre, óxidos de nitrógeno y otros venenos, contenidos en los frenos, baterías y los carburantes, causan problemas en los ojos, la piel, las vías respiratorias y en el sistema circulatorio.

Estas emanaciones afectan la nariz, la boca, la garganta, la tráquea, los bronquios, los pulmones, el diafragma, los músculos, el cerebro y pueden provocar alteraciones de conducta.



Test de la unidad (Premium)